8.3.25

Filosofías del underground, de Luis Racionero

En los días crepusculares de la pandemia pasó desapercibido el fallecimiento de Luis Racionero (1940-2020), un ensayista casi siempre sugestivo que llevaba varias décadas publicando. Escribió muchos libros de diverso interés en los que trató temas como el urbanismo, el arte, la política y las religiones.

 

A diferencia de muchos de sus coetáneos, Racionero no se nutrió de las corrientes filosóficas continentales predominantes en su época o, si lo hizo, fue con manifiesto desagrado. Su formación fue eminentemente estadounidense, lo que marcó una notable diferencia en su enfoque intelectual. En su estupendo Memorias de California narra su periplo como estudiante en Berkeley en los años sesenta, donde se empapó del ambiente hippie, del pensamiento contracultural y de la revolución psicodélica. Esta experiencia marcó profundamente su obra, impregnándola de un aire lisérgico y libertario que lo acompañaría durante toda su trayectoria. Racionero rehuía la jerga postestructuralista afrancesada, prefiriendo citar y divulgar a autores anglosajones menos conocidos en el mundo hispano, como Alan Watts o Lewis Mumford. Su buen hacer escribiendo, claro y para un lector generalista, reflejaba también su impronta norteamericana.

2.3.25

Milan Kundera y el totalitarismo kitsch, de Iván Vicente Padilla Chasing


Milan Kundera es un escritor paradigmático del buen hacer literario. No existen sin embargo, que sepamos, grandes estudios en nuestro idioma sobre el aspecto ensayístico de su obra. Por eso, celebramos la publicación de Milan Kundera y el totalitarismo kitsch. Dictadura de conciencias y demagogia de sentimientos, de Iván Vicente Padilla Chasing, un libro a priori silencioso, publicado por la Universidad Nacional de Colombia en 2010, que ha encontrado una vida más larga gracias a internet. 

En sus 170 páginas, se analizan los conceptos y reflexiones del autor checo, especialmente en El arte de la novela, La inmortalidad y La insoportable levedad del ser. El eje central del libro es el concepto de "kitsch", que comenzó designando lo cursi o excesivo en el arte, pero que con el tiempo amplió sus significados hasta adquirir, en Kundera, una dimensión política y sociológica de gran perspicacia. En La insoportable levedad del ser, el kitsch es el imperativo que nos obliga a conmovernos de una manera determinada, a marchar con la multitud con los ojos acuosos y a reverenciar al poder sin cuestionamientos.