29.9.24

Sigmaringa contra Savater


Zizek dice en Acontecimiento que la filosofía de hoy se parece a los últimos funcionarios de Vichy refugiados en el castillo de Sigmaringa, al sur de Alemania, poco antes del fin de la II Guerra Mundial. Completamente derrotados e ignorados por todo el mundo, estos burócratas se dedicaban a escribir compulsivamente proclamas y decretos administrativos suponiendo que tantos papelajos les iban a devolver un poder que ya habían perdido definitivamente. Zizek sostiene que los filósofos también actúan de esa manera: publican y publican teorías irrelevantes que a nadie le importan y pretenden así que todavía tienen una autoridad en la que ya sólo creen ellos mismos.  
Podríamos hablar por ello de Filosofía Sigmaringa. Una filosofía inútil, espectral, sin audiencia, autofágica, que además se cree importante; una filosofía que pretende estar reflejando la realidad en sus juegos lingüísticos cuando la realidad está ya muy por delante y mejor analizada por otras disciplinas.  
La Filosofía Sigmaringa -un nombre oportunamente alemán, plúmbeo y hasta algo ridículo, o sea como la filosofía idealista- desecha a los pensadores que llegan al gran público y que por ello tienen influencia social. Le gusta más ser un teatro chinesco en su castillo y reinar sobre sus pocos acólitos en lugar de llegar a audiencias más generalistas.

21.9.24

Los Noventa

 

Chuck Klosterman es uno de los pocos autores a los que guardo lealtad; creo que he leído todo lo que ha publicado, incluso lo que no está traducido. No es particularmente conocido en España. Si tuviera que explicarle a un lego qué tipo de cosas escribe este fulano lo ejemplificaría así: “Imagínate una fotografía en la que se ve a Lady Gaga, a Elon Musk y a Kim Jong-un sonrientes en un strip-club de Moldavia… Bien, pues Klosterman es el tipo que tras ver esta estampa escribiría un libro centrado en el bigote del camarero que aparece casi fuera de foco sirviéndoles la bebida”.

Los Noventa es el último libro suyo que ha aparecido en nuestro país. Es de no ficción, como toda la obra del autor, pero esta vez no es una selección de artículos independientes, que es lo que suele ser habitual. Tampoco es una biografía aunque tenga algo de biográfico. Es un ensayo unitario de más de cuatrocientas páginas que, como el título indica, nos sumerge en esa década que empezó con la caída del Muro de Berlín en el año 1989 y terminó con el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre del 2001.

15.9.24

El final de la aventura

No vivimos en los tiempos más felices; hay una grisura ambiental que aflige el ánimo. La postmodernidad ha cumplido su misión al servicio del capitalismo financiero, y ha dejado un páramo de comunidades rotas e individualidades desesperanzadas. Las masas desdichadas se dejan arrastrar por el desierto de su cotidianeidad, tal vez anhelando un grito emancipador que toque a rebato.

Nuevos cultos emergen para llenar el vacío, pero son ineficaces. Lo woke, por ejemplo, que es hegemónico pero no mayoritario, otorga plenitud existencial a capas importantes de la población, que les basta con sentirse identitariamente reconocidas por el poder sin necesidad de mejoras económicas. Pero es más la gente que se considera denigrada por este discurso que la que integra, y así nunca podrá vertebrar la convivencia de todos. Al contrario, lo que hace es dividir a la sociedad entre los que viven en un mundo ideológico y los que viven en el mundo real.

8.9.24

La conspiración contra la especie humana


Paralelamente a los caminos reales, por donde transitan de siglo a siglo artefactos e ideas, hay secretas sendas por donde se deslizan en el tiempo los emisarios de agonías.
Nicolás Gómez Dávila

El corpus teórico del Nuevo Nihilismo -o también conocido como Realismo Especulativo- empezó a cristalizar en el año 2007 en la Universidad de Londres, a raíz de unas conferencias donde se defendía la necesidad de orillar intelectualmente, de una vez y para siempre, al humanismo y cualquier forma de antropocentrismo. Sus representantes (Eugene Thacker, Ray Brassier, Reza Negarestani…) son académicos bastante bien formados en la tradición filosófica, con amplios conocimientos de cultura mainstream y especial devoción por el género de terror, que consideran que es el ámbito de la ficción que mejor expresa el sinsentido de la existencia humana (H.P. Lovecraft y su concepción del “horror cósmico” el su referente más señero).

1.9.24

La mente naufragada

Los libros de teoría política anglosajona tienen por lo general bastantes inconvenientes. Muchas veces no son más que páginas de relleno en torno a una idea potente, o incluso un tweet, y podrían haberse quedado en un breve artículo. Otras veces son demasiado circunstanciales y en una semana, cuando caduca el trending topic que comentan, ya son inútiles. Pero sobre todo, el principal problema con estas obras es que encontramos más conocimiento en una nota a pie de página de cualquier escrito de alguien como Dalmacio Negro, por ejemplo, y la vida es corta y hay que priorizar las lecturas.

Así que no encarábamos la lectura de La mente naufragada. Reacción política y nostalgia moderna de Mark Lilla con mucho entusiasmo. Y sin embargo tenemos que reconocerle que el libro tiene su miga, aunque no tan sabrosa como para desordenarnos completamente los prejuicios.