28.1.24

Monsergas


El diccionario de la RAE define “monserga” como: 1. Lenguaje confuso y embrollado 2. Exposición o petición fastidiosa o pesada.

Monserga filosófica
Entonces, según esto, la inmensa mayoría de las argumentaciones que se hacen en el mundo de las humanidades europeas son monsergas. No hay libro o conferencia, lección universitaria o conversación cultureta, en la que no se recurra a jerigonza críptica y a salmodias catastrofistas. Todo está fatal, nos dicen, vamos al abismo, y donde antes había cordialidad y amor, hoy solo hay individualismo y consumismo.

21.1.24

Pasión de cancelar


Antes de irse al cielo mi abuelita me dijo dos cosas que jamás olvidaré. La primera es que la clave para hacer un buen gazpacho es no pasarse con el ajo. La segunda que la gente bien nacida no participa en los linchamientos. Huelga decir que gracias a ella mis gazpachos son de aúpa. Y aunque mi abuelita no se refería con lo segundo a las redes sociales, aplico su mandamiento a estos tiempos ciberespaciales y no me uno a las turbas que hacen escarnio de cualquier infeliz que dijo o hizo algo supuestamente inapropiado.

Mi abuelita, eterna campesina en la ciudad, no tenía mucha letra y hablaba desde un sentido de la dignidad humana que sencillamente se tiene o no se tiene, pero que desde luego no se puede improvisar. Un sentido innato de la dignidad que también poseía Antonio García Trevijano, y que le llevaba a decir lo mismo que mi abuelita -lo de no unirse a los linchadores- con más y mejores palabras, pero con un mismo sentido moral.

14.1.24

Elias Canetti contra la muerte


El 14 de agosto de este año, coincidiendo con el treinta aniversario de su muerte y según su última voluntad, se abrirá una caja fuerte en Zurich donde están guardadas miles de páginas nunca publicadas por el escritor Elias Canetti (1905-1994). Conoceremos así el resto de la obra de este magnífico autor honrado con el Premio Nobel en 1981. Esta anécdota es bastante diciente de la personalidad de Canetti. Nadie duda de su brillantez, pero alguien que consideraba que hacían falta tres décadas para que la necia humanidad pudiera acceder a sus palabras sin derrumbarse, no pecaba precisamente de modesto. Esa autoimportancia transpira en sus libros, y los hace a veces recargados y pretenciosos.

7.1.24

Cooperativismo y el distributismo

 

Las fiestas navideñas se acaban y nos arrojamos de nuevo a una realidad política crispada, extraña y, en cierta manera, caricaturesca. Frente a la avalancha de malas noticias y recibos de la luz estratosféricos podemos consolarnos planteando cambios en la forma de dirigir la economía, a sabiendas de que no servirá para nada, porque nuestro hilo de voz es débil y los superseñores del capitalismo financiero tienen el megáfono.  

Al menos, creo yo, merece la pena pensar sobre ello. Es una buena ocupación que podrían tener los filósofos. En lugar de perder el tiempo con los galimatías heideggerianos, que a nadie importan, se podrían crear cursos de doctorado o grupos de investigación sobre la viabilidad del cooperativismo y el distributismo.