29.1.23
El contorno del abismo
22.1.23
Autoficción. Una ingeniería del yo
15.1.23
Una vida sin fin
8.1.23
Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos
Empecemos con una
confesión: He leído varios libros de Emmanuel Carrère, pero ninguno me ha
interesado nunca. Me parece el típico ejemplo de escritor mediocre cuyo único
mérito es haber nacido en un país con una industria de alquimia cultural capaz
de convertir cualquier flatulencia literaria en la última moda intelectual del
momento. O sea, que si en lugar de
francés hubiera sido eslovaco o tailandés no le conocería ni el tato.
Pero Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos. Un viaje a la mente de Philip K. Dick es una dignísima introducción a la obra del autor norteamericano y no un ejercicio masturbatorio al uso de Carrère (literalmente, ¿alguien sabe por qué hay tantas pajas en sus novelas). Así que lo que interesa de este libro es el biografiado y no el ego inmarcesible del biógrafo, que afortunadamente aquí chupa poca cámara.
1.1.23
Velocidad de escape
Un libro que pretendió encapsular las tendencias culturales y tecnológicas más innovadoras de su tiempo tendría que haber caducado muy pronto. Sin embargo Velocidad de escape. La cibercultura en el final del siglo, publicado en 1995 por Mark Dery, sigue siendo un texto fecundísimo. Escrito antes de la generalización del uso de internet, supo anticipar el mundo en el que vivimos hoy con una precisión epatante. Su autor es de esos que demuestran que llevan toda la vida estudiando la cuestión, que la aman, y que además saben comunicar. Es difícil resultar tan pedagógico y entretenido. Los ejemplos concretos que cita de la cibercultura de los años ochenta y primeros noventa han quedado muy atrás, pero aquellos temas iniciales siguen vigentes y sus dilemas de entonces son ahora nuestro día a día.