22.2.25

El mito del rey filósofo, de Danilo Cruz Vélez


Danilo Cruz Vélez fue uno de los filósofos colombianos más respetados del siglo XX. Afortunadamente, sus obras completas se editaron en el año 2015 en seis magníficos y cuidados volúmenes, por lo que ya no es necesario escarbar en las bibliotecas para encontrar algún ajado texto suyo. Aunque estos volúmenes pueden leerse sin intermediarios, existe además un libro independiente pero complementario de entrevistas realizadas por Rubén Sierra Mejía, La época de la crisis, que aporta información y contextualización. En él, el filósofo echa la vista atrás cuando ya no tiene ningún trabajo nuevo pendiente y revisa críticamente todo lo que escribió desde su juventud hasta ese momento.

En cuanto a su estudio El mito del rey filósofo, que corresponde al tercer tomo de sus Obras completas, señala que el hilo conductor del mismo es la confusión entre filosofía y política, y aboga por una separación entre ambas disciplinas. Subraya, suponemos, que hay un hilo conductor porque el texto se compone de tres partes independientes, de extensión y profundidad desiguales. Como es habitual en los libros contemporáneos de filosofía, se trata claramente de un conjunto de trabajos publicados previamente por separado en revistas y ensamblados en forma de libro a posteriori, algo que, si bien puede restarle unicidad, a menudo facilita la lectura, como es el caso.

La primera parte es una investigación sobre el mito del rey-filósofo en Platón. Ocupa la mayor parte del conjunto y es la más elaborada. Su interés es mayúsculo. La filosofía política platónica se analiza como una evolución, considerando sus antecedentes históricos, las peripecias del propio Platón en su intento de aplicar sus doctrinas, sus repliegues y sus conceptualizaciones. Por supuesto, Platón fue el primero en confundir la política con la filosofía, pero las turbulencias de la Atenas de su época dejaban poco margen para la vida contemplativa, ideal del filósofo al que él mismo no fue fiel, ya que se embarcó repetidamente en la acción. El discípulo de Sócrates cumplió con su deber ciudadano al defender la justicia en la polis y, además, rompió con la tradición más bien pasiva en la que habían vivido los filósofos hasta entonces.

Marx protagoniza la segunda parte, que es más breve. Sin embargo, el pensador de Tréveris aparece tardíamente, ya que Cruz Vélez continúa con Platón e introduce a Hegel, pues es necesario situar el tema en contexto. Con Marx, la filosofía se subordina por completo a la política, si bien él mismo se interesó profundamente por la filosofía griega. Frente a Platón, para Marx los filósofos no deben ser los guardianes del Estado, sino sus más feroces críticos.

La tercera parte, de apenas unas veinte páginas, gira en torno a Heidegger, quien, con su adhesión al nazismo, entierra el ideal del rey-filósofo, pues aquí sería el “rey” quien toma el mando de la filosofía. Cruz Vélez fue alumno del pensador alemán y guarda un buen recuerdo de sus años de formación (relata su experiencia en La época de la crisis), pero en este estudio no escatima críticas a su maestro. No obstante, lo hace desde un punto de vista filosófico, sin adoptar una postura de superioridad moral al atribuirle culpas.

El mito del rey filósofo es, en suma, un libro de gran interés. Aunque el lector no comparta su premisa principal—que la filosofía y la política deben recorrer caminos separados—, encontrará en él una introducción útil y muy bien escrita sobre el tema y sobre las obras de estos tres titanes del pensamiento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En estos tiempos de turbulenta necedad, en que la política parece ser únicamente: propaganda publicitaria, componendas entre profesionales de la cosa para el reparto de prebendas y malversación del patrimonio publico,toca si es así, vivir de espaldas al mal olor,sin renunciar ni a ponerles verdes, ni ha ir haciendo cosas de frente o de costadillo edemas de ocuparse de lo de cada uno bien,por eso un libro que habla de las otras tres posibilidades de un pensamiento riguroso:comandar, criticar o servir,mostrando los agujeros de estas posibilidades tiene que ser muy util.